Los testimonios o vestigios más antiguos que encontramos en la cuenca
alta del Nalón son utensilios líticos hallados en la cueva de El
Condado en la ribera derecha, caverna situada justo al lado de la
antigua carretera. Probable es, por tanto, el poblamiento en época
neolítica y en la Edad de Hierro, siendo sus habitantes pastores que
se agrupaban en forma de clanes o familias y con carácter seminómada.
Todo son suposiciones, ya que de esta época no tenemos información
arqueológica, aunque sí etimológica, ya que nos encontramos con
nombres de sitios cuya raíz semántica se refiere a deidades (dioses)
prerromanos como BELERDA, BEZANES, GOBEZANES, TARNA, BENEROS, de origen celtas.

Lo que sí está claro es que la ribera del río fue uno de los pasos
auxiliares hacia la meseta en la época romana, tal como lo atestigua
la arqueóloga Carmen Fernández Ochoa en su tesis "Asturias en la
época Romana". También son varios los restos que lo atestiguan:
pavimento enlosado en la zona de Rioseco, castro de Campiellos, cimentación romana en las torres medievales de El Condado y Villamorey, el castro del Colláu Castiellu (catalogado por el historiador José Manuel González y, donde se han encontrado varios proyectiles de catapultas, llamados glandes) que dío lugar a denominaciones como Socastiellu y Sobrecastiellu, nombre este último que adoptó la parroquia y que ha perdurado hasta hoy.

Las torres eran puestos de vigía para controlar el camino hacia tierras leonesas y recorría todo el concejo, que pertenecía junto con Ponga, la zona de Riaño, Onís y Sajambre al denominado clan de los vadinienses, que era como se llamaban los indígenas de esta tierra al llegar las huestes romanas. Todo esto está demostrado epigráficamente gracias a las estelas encontradas en muchas localidades alrededor de Riosol y el puerto Ventaniella, (Liegos, La Uña, Burón, Acevedo, las Conjas, Morgovejo, Velilla de Guardo), justamente donde nace el río Astura (el Esla), eje fundamental de los astures y cuya cuenca está plagada de restos arqueológicos, como las ruinas de Lancia, en Mansilla de las Mulas, que era la capital tardía de los astures antes de ser dominados definitivamente. Eran tierras donde se conseguían buenos caballos salvajes según los historiadores romanos.

Posteriormente, ya en época de la Edad Media, muchos restos fueron reutilizados en la construcción de iglesias, y en muchas ocasiones, edificando encima de los cimientos romanos, caso del puente romano del Campo, y las torres vigía que fueron remodeladas.

Se sabe de la existencia de un palacio, solar de los Caso de los Cobos, en el lugar del mismo nombre, que conserva una capilla que bien podría ser parte del conjunto palaciego y se habla de que en la zona del Cementerio, justo donde se junta el río Monasterio (otro testimonio etimológico) con el Nalón había un convento o leprosería, que se incendió.

Del resto de la historia hasta nuestros dias podéis encontrar información  en publicaciones y webs.